La transcendencia de Valle-Inclán en la literatura universal llegará con la creación del esperpento.
El esperpento consiste en abordar asuntos graves desde una perspectiva burlesca. Al combinar la seriedad de los asuntos con la risa, brota lo grotesco. En sus esperpentos Valle presenta la realidad deformándola: cosifica y animaliza los personajes, que pierden su condición de humanos; personifica animales y objetos; selecciona los aspectos más indignos y los mezcla con los más delicados; une el lenguaje lírico a la expresión más soez…. Todo ello para denunciar la realidad social y política de España.
El texto que se considera fundacional acerca del tema es la escena XII de Luces de Bohemia, donde Max Estrella, el protagonista de la obra, dice que "Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. (...) Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas. (...) La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas” .
El esperpento es una poética (es decir: una forma de crear) que consiste en retratar hechos y personajes de una determinada manera. Según dice Valle-Inclán en una entrevista concedida al diario ABC, la acción y los personajes dramáticos pueden ser mirados "de rodillas" (como en la épica), "como si fuesen ellos nosotros mismos" (como en el teatro de Shakespeare), "... y hay otra tercera manera, que es mirar el mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía. Los dioses se convierten en personajes de sainete. Esta es una manera muy española”.
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